TRABAJO INTEGRADOR FINAL
Entrega: 27/11/2015
La Era Pekerman
José Néstor Pekerman nació el 3 de Septiembre de 1949 en Villa Dominguez, provincia de Entre Ríos, pero se crió en Puerto Ibicuy, un pueblito muy chico, al sur de la provincia, casi en el límite con Buenos Aires. En Ibicuy, sus padres eran dueños del almacén del pueblo y José los ayudaba repartiendo helados. El almacén de “Los Pekerman”, como los llamaban sus vecinos, fue deviniendo en bar. A mediados de los cincuenta, fue el primer lugar del pueblo en tener una televisión. Además de los picados del barrio, esa tele fue el primer contacto de José (lo llamaban “Pimienta” en el pueblo por su color de pelo) con el fútbol, pudiendo “enganchar”, con mucha suerte y acomodando la antena con la mano, algún partido de Buenos Aires.
A sus 9 años, se vino con su familia a vivir al Gran Buenos Aires, a Martín Coronado. Ahí fue visto por la

José Pekerman en su época de jugador de Argentinos Juniors. Dos lugares a su izquierda, un chiquitín llamado Diego Armando Maradona (Gentileza: Pasion Albiceleste)
gente de la inferiores de Argentinos Juniors, club que lo fichó y en el que debutó en primera, haciendo las veces de volante de contención ¡con solo 16 años! Pekerman tuvo su presentación en la Primera del Bicho, el 21 de agosto de 1966, partido que el conjunto de la Paternal perdió 4-0 con San Lorenzo. En 1974 pasó al fútbol colombiano, a Independiente de Medellín. Pero, a los 28 años, una lesión en la rodilla lo obligó a dejar las canchas… como jugador, porque todavía le quedaba mucho por aportar al fútbol.
Más allá de su formación deportiva, Pekerman, mientras se preparaba en inferiores, se las arregló para terminar el secundario. Había arrancado (y dejado) las carreras de Educación Física y Kinesiología, pero el fútbol no le permitió continuar estudiando. En esos primeros pasos por la universidad, conoció a Matilde, quien sería su compañera de toda la vida y madre de sus hijas. Cuando la lesión lo obligó a dejar de jugar al fútbol, retornó a la Argentina, donde realizó el curso de director técnico, mientras tenía dos trabajos para mantener a su familia (era taxista y vendedor en un comercio).
Pekerman comenzó su carrera de entrenador de la mano de Ricardo Trigili, que había sido técnico suyo en Argentinos. Empezó trabajando como “espía”, en Estudiantes de Buenos Aires. Iba a ver partidos y entrenamientos de los rivales, trayendo, recuerda Trigini, informes muy prolijos y pormenorizados sobre los movimientos del rival.
Más adelante pasarían a trabajar a Chacarita y luego, para 1982, a Argentinos Juniors. Poco tiempo después, renunciaría el entrenador de la reserva y José ocuparía el cargo. Para 1985 se convertiría en el Coordinador de las Divisiones Inferiores. Por sus manos pasaron Claudio Borghi, Fernando Redondo, Fernando Cáceres, Diego Cagna, Carlos Mac Allister entre otros.
Pekerman trabajó en Argentinos Juniors hasta 1991. Luego pasaría a trabajar en las divisiones inferiores de Colo-Colo, en Chile y, en 1994, esa noche de septiembre, se convertía en el entrenador de los Seleccionados Juveniles Argentinos.
El primer punto a trabajar era la disciplina. Claramente no podía repetirse lo sucedido en Portugal 1991. El otro, el que más sedujo a Julio Grondona, era que los seleccionados juveniles abastecieran de figuras a la Selección Mayor.
El primer desafío llegaba pronto. El 10 de Enero de 1995 arrancaba en Bolivia el torneo Sudamericano Sub 20, que otorgaba tres plazas para el Mundial de Nigeria que, como todos sabemos, se terminó realizando en Qatar por problemas políticos del país africano. Participaban del mismo todos los países de la CONMEBOL, excepto Uruguay, que había sido descalificado por cuestiones disciplinarias durante el mundial de 1993.
El equipo de Pekerman derrotó en el debut a Perú, con goles de Leonardo Biagini y Ariel Ibagaza. Luego se derrotó 1-0 a Ecuador, 2-0 a Venezuela y se cerró la participación en el Grupo A con 0-0 ante el local Bolivia.
En la ronda final, Argentina derrotó a Chile 3-1. Luego se vería nuevamente las caras con Ecuador, a quien derrotó 2-0, para luego caer en el último encuentro frente a Brasil por 2-0. Si bien no se ganó el certamen, se logró la clasificación al Mundial y; lo más importante, la imagen dejada por los chicos: un equipo que jugaba muy buen fútbol, con puntos altos como Leonardo Biagini, Ariel Ibagaza, Walter Coyette (hoy trabajando como entrenador en la Selección Sub 15) o Juan Pablo Sorín (que, 11 años más adelante, sería el capitán de José Pekerman en la Selección Mayor, en el mundial de Alemania) pero se vio un equipo muy correcto en lo que hace al Fair Play, sin pegar ni protestar airadamente a los árbitros.
A nivel sub 17, Argentina también empezaba a hacer buenos papeles. Logró otro segundo puesto en el Sudamericano de Perú (una vez más Brasil fue el verdugo en el último partido) pero empezaban a verse nombres interesantes como Pablo Aimar, Fabián Cubero, Esteban Cambiasso (que tenía apenas 14 años) o Sixto Peralta. Con esta base, lograría el tercer puesto en el Mundial de Ecuador 1995.
Paralelo a lo hecho por José Pekerman, hay que destacar también el Oro obtenido en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata de 1995 con un equipo integrado por jugadores menores de 23 años con experiencia en primera. Dirigidos por Daniel Passarella, entrenador de la Selección Mayor, llegarán a tener una amplia trayectoria con la camiseta albiceleste: Ariel Ortega, Hernán Crespo, Marcelo Gallardo, Juan Sebastián Verón o Claudio López. El mismo Gallardo, hombre de River Plate, con edad de sub 20, sería convocado por Pekerman para disputar el Mundial de Qatar, pero el club Millonario no lo cedió.
Mundial Sub 20, Qatar '95 ¡Argentina Campeón! tras derrotar 2-0 a Brasil en la final (Gentileza Fútbol Retro)
Pero llegaba la hora de la verdad. En Abril de 1995, Argentina debutó en el Mundial de Qatar. Fue victoria ante Holanda por 1-0 con gol de Andrés Garrone. Luego sería derrotada por Portugal 1-0 y, cerraría su participación en el Grupo C con una victoria 4-2 ante Honduras, con tres goles del defensor Sebastián Pena y uno de Ariel Ibagaza.
En 4tos de final, Argentina se impuso 2-0 a Camerún con goles de Francisco Guerrero y Walter Coyette. En Semifinales, vapuleó a España con goles de Leonardo Biagini, Walter Coyette y Christian Chaparro. En la final… si, otra vez Brasil.
Así como Argentina no tenía a Gallardo, a Brasil le faltaba Ronaldo, que ya era hombre de Selección Mayor, y que se convertiría en uno de los mejores delanteros de la historia de la Selección Brasileña. Pero el conjunto verdeamarelho tenía jugadores importantes como Leonardo o Emerson. Así y todo,
fue ampliamente superado por los chicos de Pekerman, que lo derrotaron 2-0 con goles de Leonardo Biagini, tras gran jugada colectiva y Francisco Guerrero, con una definición exquisita por arriba del arquero. José Pekerman, unos minutos antes del final, hace entrar a Gastón Pezzutti, el arquero suplente, en lugar de Joaquín Irigoytia, con el fin de que TODOS los jugadores del equipo campeón del mundo hayan tenido minutos en cancha.
Con ese 2-0 ante Brasil, Argentina volvía a ser Campeón del Mundo a nivel Juveniles después de 16 años. Pero no solo el título obtenido era importante para José Pekerman. Había otras varias cuestiones a tener en cuenta:
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Se dejaron atrás los fantasmas del equipo del 2001. El equipo, más allá de los roces lógicos del partido, no tuvo ningún inconveniente de juego brusco o indisciplina.
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La solidez mostrada durante todo el torneo. El campeonato fue inobjetable.
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Los chicos del equipo casi no tenían rodaje en primera. A pesar de su inexperiencia, lograron estar a la altura de las circunstancias. Esta tendencia iría disminuyendo con el correr de los años, obligando a Pekerman a tomar decisiones importantes en el futuro.
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Que este título no era el final. Era solo el comienzo de un proyecto de trabajo…
El equipo de José, no solo estaba integrado por jugadores. Al lado de Pekerman estaba su ayudante de campo y entrenador de arqueros Hugo Tocalli, los preparadores físicos Gerardo Salorio (que habìa trabajado con Pekerman en la época de Chacarita en 1983) y Eduardo Urtasun, el médico Donato Villani y el kinesiólogo Raúl Lamas.
No pudo cumplirse el sueño olímpico. Sobre el final, Nigeria se quedó con la presea dorada de Atlanta 96. (Gentileza, Cristian Banay)
Abriendo otro paréntesis, la Selección Sub 23, a cargo de Daniel Passarella participó del Torneo Preolímpico de Argentina 1996, con vistas a los JJOO a celebrarse en Atlanta ese mismo año, otorgando dos plazas. Argentina, con la base del Panamericano de Mar del Plata, más un Marcelo Delgado intratable (fue el goleador del certamen) arrasó el Grupo B, ganando los 4 encuentros (6-0 a Ecuador, 3-1 a Chile, 3-0 a Venezuela y 4-0 a Colombia). En la segunda ronda, 2-0 a Uruguay y a Venezuela y, un empate en dos tantos con Brasil, les dio a argentinos y brasileños el pasaje a Atlanta (Brasil, que tenía en sus filas a Ronaldo y Roberto Carlos entre otros, quedó mejor ubicado por diferencia de gol).
El Torneo de Fútbol masculino de los JJOO de Atlanta de 1996, arrancó el 27 de Julio con un auspicioso 3-1 sobre el local, Estados Unidos. Luego de arrancar perdiendo el partido al minuto de juego, la Selección se impuso con goles de Gustavo López, Hernán Crespo (sería el goleador del torneo junto con el brasileño Bebeto) y el
Cholo Simeone. Luego siguieron dos empates en un gol, con Portugal y Túnez, obteniendo el pasaje a segunda ronda.
En cuartos de final, Argentina goleó a España 4-0. En semis, nuevamente Portugal apareció en escena, pero no fue rival para Argentina, que lo derrotó muy tranquilamente 2-0… estaba casi listo el camino para, por primera vez en la historia, obtener la medalla de oro el fútbol. Todo parecía indicar que el rival sería Brasil, pero no fue así…
Nigeria fue la gran revelación del torneo. Fue segundo en el grupo de Brasil, empatando en puntos con los verdeamarelhos. En cuartos de final se enfrentó con México, derrotándolo 2-0. Para las semis, se enfrentaría a Brasil...
El primer tiempo fue brasileño. A los 38 minutos de partido, el conjunto sudamericano ganaba cómodamente el partido por 3-1. A 12 minutos del final, Ikpeba envalentona a los africanos, poniendo el 2-3 y, para sorpresa del mundo, Nwankwo Kanu empata el partido en el último minuto, forzando el alargue. A solo 4 minutos de juego adicional, nuevamente Kanu sorprende a propios y extraños poniendo el 4-3 definitivo (gol de oro) y llegando a la final por el oro frente a la Argentina.
Claudio “Piojo” López puso en ventaja a Argentina apenas empezó el partido. Celestine Babayaro empató a los 28’, terminando 1-1 la primera etapa. Hernán Crespo (de penal) pondría a la Selección una vez más arriba en el marcador apenas comenzó el complemento, pero Daniel Amokachi empató a 15’ del final. Cuando todo parecía indicar que se jugaría el alargue, la defensa argentina juega muy mal la trampa del offside ante un tiro libre rival, dejando a Emmanuel Amuneke completamente solo para definir frente a Pablo Cavallero que nada pudo hacer para evitar el 3-2 para Nigeria, que se quedaría con el oro… Argentina tendrá que esperar 8 años para cumplir ese sueño.

Tapa de la Edición Nº 4036 de "El Gráfico" Placente, Riquelme, Markic, Aimar y Cambiasso, parte del plantel Campeon Sudamericano (Chile 1997)
El trabajo de Pekerman continuaba… llegaba 1997 con cuatro nuevos desafíos, los Sudamericanos y Mundiales, tanto a nivel sub 20 como a nivel sub 17.
A nivel sub 17 no se lograron títulos. Logró ser subcampeón sudamericano en Paraguay, pero el equipo se volvió tempranamente, en 4tos de final, del Mundial de Egipto. De todos modos, en un proyecto de trabajo que iba más allá de los resultados, se encontraron muy buenos elementos humanos para trabajar: Franco Costanzo, Gabriel Milito, Ernesto Farías, Luciano Galletti entre otros.
Mientras que a nivel sub 20, había un equipo para grandes aspiraciones. A los chicos que habían trabajado en el Sub 17 de 1995 (Aimar, Cambiasso, Peralta) se sumaba Walter Samuel para dar solvencia a la defensa, los goles de Bernardo Romeo (jugador salido de Estudiantes pero que haría historia unos años después en San Lorenzo) y un joven formado futbolísticamente en Argentinos Juniors, pero que había debutado un año antes en la primera de Boca y que, con los años, se transformaría en uno de los máximos ídolos de la historia Xeneize: Juan Román Riquelme.
En el Sudamericano de Chile, Argentina tuvo un muy buen comienzo en el grupo A, goleando a Paraguay 5-2. Luego siguió un empate con Colombia 1-1, victoria sobre Bolivia 2-1, para caer en el último encuentro ante Uruguay 1-0.
En la segunda ronda, se vio lo mejor del conjunto argentino. Contundente 3-0 a Venezuela, empató 1-1 con Uruguay y, en una actuación sobresaliente, derrotó 2-0 a Brasil con goles de Riquelme (golazo) y Walter Samuel; para cerrar esta enorme
participación goleando 3-0 al local, Chile y un empate en uno con Paraguay. Argentina era campeón Sudamericano Sub 20 después de 30 años, mostró un fútbol extraordinario y llegaba como gran candidato para el Mundial de Malasia.
Argentina integró el Grupo E en Malasia, con Australia, Canadá y Hungría. El debut fue ante el conjunto húngaro el 18 de junio de 1997, con una contundente victoria 3-0 (Romeo, Scaloni y Riquelme); luego pasaron los canadienses, que fueron derrotados 2-1 y otra vez Romeo y Riquelme aparecieron en el marcador. Pero en el tercer encuentro tocó perder: fue un partidazo, el equipo de Pekerman cayó 4-3, llegó a empatar un encuentro que perdía 3-1, pero fue la gran noche (madrugada argentina) de un tal Kosta Salapasidis, que anotó los cuatro goles del conjunto oceánico. Romeo, Placente y Riquelme los goles argentinos. Australia lideró el grupo con 7 puntos. Argentina segundo con 6. Canadá fue uno de los mejores terceros con 4 puntos.
Los octavos de final se disputaron ante un clásico rival como Inglaterra, que fue derrotada 2-1, goles de Riquelme y Aimar. En cuartos, otro clásico, Brasil, al que se había vuelto ya una costumbre ganarle para los pibes de Pekerman (2-0, Scaloni y Perezlindo). Luego llegaban las semifinales, ante un Irlanda que dio pelea, pero fue derrotado 1-0 con gol de Romeo. Para la final, el clásico del Rio de la Plata se trasladó a Malasia: Uruguay, que llegaba con muy buen equipo: Nicolás Olivera, Marcelo Zalayeta, Pablo García, Mario Regueiro entre otros.
Uruguay se puso en ventaja enseguida, con un golazo de tiro libre de Pablo García. Pero aparecieron el Cuchu Cambiasso y Diego Quintana para darle la victoria al combinado albiceleste y su tercer Mundial Sub 20. Vale aclarar que el autor del primer gol, Esteban Cambiasso, una de las grandes figuras del equipo de Pekerman, era categoría 80, tenía edad de sub 17 y estaba jugando en el sub 20. Hoy, con 35 años, es de los pocos que sigue en actividad de ese plantel, jugando en el fútbol griego.
Llegó 1998 con dos alegrías mas. Los pibes de Pekerman ganaron el Torneo Sub 21 Esperanzas de Toulon. Con la base del campeón de Malasia, más un sobreviviente de Qatar 95 (Panchito Guerrero), el equipo argentino se alzó con la Copa, derrotando en la final a Francia por 2-0 (goles de Guerrero y Samuel), mientras que en simultáneo, el Sub 17 ganaba un torneo amistoso en Salerno, Italia, con Hugo Tocalli a cargo del equipo.
Creativos y Creyentes
En tren de trazar líneas comparativas con otras formaciones juveniles del seleccionado argentino, uno puede remontarse al Campeón Mundial de 1979, aquel de Diego Armando Maradona como abanderado; o ir más lejos y recordar al que ganó el Panamericano de 1955 con Enrique Omar Sívori como figura descollante; o quedarse en el que se consagró hace un par de años en Qatar con Ariel Ibagaza y Pancho Guerrero. En esos tres equipos y en sus máximos intérpretes, se advertía como signo común la nada frecuente cuota de virtuosismo, creatividad y repentización. Tres factores que les permitían quebrar cualquier defensa y superar cualquier marcación, gatillando sin previo aviso el arma incontrolable del cambio de ritmo y la sorpresa.
Esta Selección Sub 20 que José Néstor Pekerman ha llevado a la conquista del Sudamericano de Chile, ubicándolo en el próximo mundial de la categoría, no desequilibra individualmente como lo hacían las gambetas del Cabezón Sívori o las paredes en velocidad de Maradona y Ramón Díaz. Su potencialidad se expresa a través de su estructura colectiva, su ordenamiento táctico, el desarrollo de su fútbol ascendido tanto para defender como para atacar.
En esos dos aspectos básicos del juego, esta Selección ha hecho de la posesión de la pelota un argumento vital. Como muy pocos equipos argentinos de los últimos tiempos, ha exprimido su redondez y sus gajos hasta sacarle la última gota de jugo, hasta romeperla, con todo lo que ello supone en el folklore del fútbol.
No es que le hayan faltado jugadores de manejo y de inventiva. los casos de Juan Román Riquelme, Diego Placente y Pablo Aimar son elocuentes. Pero la fortaleza de este “Equipo de José” se proyectó más allá de los protagonismos personales: residió en su funcionamiento como bloque, su organización y su equilibrio. Podría decirse que sus más preclaros antecesores eran equipos integrados por creativos, mientras que estos jóvenes que han triunfado en Chile son básicamente creyentes. De la religión que siempre produce milagros. Del sistema que nunca falla. Conseguir la pelota y tenerla.
Tal vez por ese motivo, en algunos casos, sus resultados tardaron en llegar y no fueron todo lo contundentes que podía esperarse de la riqueza técnica de sus integrantes. Porque creyeron que el gol viene jugando. Sin apurarse. Sin atropellarse. Buscando los espacios vacíos, limpiando el terreno, asegurando la progresión y clarificando la llegada.
Nota de Julio César Pasquato “JUVENAL” en la edición 4036 de “El Gráfico” de Febrero de 1997, sobre el equipo campeon Sudamericano en Chile '97
Ese mismo año, la Selección Mayor se vuelve a casa en cuartos de final tras caer 2-1 con Holanda. Daniel Passarella dejará el cargo y, en principio, se habla de José Pekerman como su sucesor con los mayores. Pero, como todos saben, el elegido para la mayor es Marcelo Bielsa… los juveniles contarán algunos años años más con su gran mentor…
1999… los años impares siguen siendo esperanzadores porque juega “el equipo de José”. A nivel sub 17, quedó en el 4to puesto en el Sudamericano de Uruguay, que no le permitió llegar al Mundial de Nueva Zelanda. Pero la sub 20 siempre daría que hablar...
Porque Argentina, una vez más, tiene un equipazo: Algunos sobrevivientes de Malasia 97 (Aimar, Cambiasso, Sixto Peralta, Aldo Duscher) y algunos muy buenos chicos que venían apareciendo, también parte de sub 17 anteriores, Gabriel Milito, Daniel “Rolfi” Montenegro, Luciano Galletti, Ernesto “Tecla” Farías, Adrián Guillermo, Cristian Grabinski, Lucas Castromán, Franco Costanzo, Sebastián Saja.
Argentina golea 5-0 a Perú. Uno de los puntos mas altos del Sudamericano obtenido por los pibes de Pekerman en 1999
Y tiene un plus este Sudamericano… se juega en Argentina! los chicos tendrán que superar la presión que conlleva jugar de local… y más en nuestro país.
Argentina integró el grupo A, que superó sin despeinarse, ganando los cuatro partidos con 12 goles a favor y solo uno en contra.
Venezuela: 4-1 (Aimar, Duscher, Farías, Galletti)
Ecuador: 2-0 (Galletti x 2, ambos de penal)
Perú: 2-0 (Aimar, Montenegro)
Chile: 4-0 (Galletti x 2, Crosa, Duscher)
Superada así la primera ronda, Argentina pasaba a la ronda final junto a Uruguay, Brasil, Paraguay, Perú y Chile. El arranque no fue el esperado ya que Omar Pouso (hoy en Gimnasia y Esgrima La Plata) le daba la victoria al conjunto charrúa. Pero la derrota le dio el impulso a los chicos de Pekerman para ganar los cuatro par-
-tidos restantes y quedarse con el Sudamericano.
Perú: 5-0 (Galletti x 2, Rivarola x 2, Cambiasso)
Brasil: 2-1 (Galletti, Farías)
Chile: 1-0 (Montenegro)
Paraguay 1-0: (Galletti)
De esta forma, Argentina obtiene el tercer Sudamericano Sub 20 de su historia, el segundo para Pekerman y el ansiado pasaje a Nigeria… a soñar con el tricampeonato.
Pero este mundial, junto con el Torneo Preolímpico del año siguiente, supone un punto de inflexión para el trabajo de Pekerman en juveniles. A pesar del éxito que se venía teniendo, había cuestiones que no cerraban… y José, lejos de dejarse eclipsar por los logros obtenidos, tomará cartas en el asunto más adelante.
Como mencionábamos, la actuación en el Mundial de Nigeria, fue lo más flojo de la era Pekerman. Hizo ¡un solo gol! en toda la primera ronda, pasó con lo justo, como uno de los mejores terceros y fue goleado por México en Octavos de Final, 4-1 y de vuelta a casa con mucho para pensar.
Año 2000. Torneo Preolímpico de Brasil, que otorgará dos plazas para los JJOO de Sidney de ese mismo año.
A diferencia de Atlanta 96, donde Passarella se hizo cargo del equipo en la competencia, fue Pekerman (en una decisión consensuada con Marcelo Bielsa, que estaba disputando las Eliminatorias con la Selección Mayor) quien tomó las riendas del equipo. Lo hizo con las bases de los equipos de Malasia 97 y Argentina 99. Y logró armar un gran equipo. Los hinchas y la prensa lo llamaron “DREAM TEAM”, cosa que a Pekerman, más amante de la humildad y el perfil bajo, no le gustaba demasiado. Pero, acercándonos a la traducción literal, “el equipo invitaba a soñar”: Aimar, Cambiasso, Riquelme, Gabriel Milito, Galletti, Saviola, Placente, Romeo, Messera, Jonás Gutiérrez.
El desempeño fue de regular para abajo… Quedó segundo en la primera ronda y, en el comienzo de la etapa final, se topó con el Brasil de Alex y un tal Ronaldinho Gaucho, que lo derrotó en un partidazo que, a los 21’ del primer tiempo estaba 2-2. Pero “Dinho” estuvo intratable ese día (hizo tres goles) y Brasil ganó 4-2.
Argentina mejoró un poco su pálida imagen derrotando en el partido siguiente a Uruguay por 3-0. Seguía con vida, pero necesitaba ganarle a Chile para poder ir a los juegos…
El resto de la historia ya la sabemos: Aquel fatídico gol de Reinaldo Navia le dio el segundo lugar y el pasaje al equipo chileno para los JJOO de Sidney… y dejó a Pekerman con más interrogantes que nunca en su cabeza.
Y aquí aparece en escena Marcelo Roffé que desde ese año, 2000, será el responsable del Área de Psicología del Deporte de los Seleccionados Juveniles Argentinos de fútbol. Ya tenía antecedentes, había trabajado con los futbolistas juveniles de Ferrocarril Oeste, pero la Seleccion era un gran desafío para él. Los técnicos argentinos, históricamente, siempre le esquivaron al psicólogo. Era la primera vez en la historia de la Selección Argentina, que un profesional de la salud mental se incorpora al equipo.
La pregunta es, después de todo lo logrado por Pekerman, dos Mundiales y dos Sudamericanos, más el torneo Esperanzas de Toulon ¿que lo llevó en este punto a incorporar un psicólogo deportivo para afrontar los torneos Sudamericano (en Ecuador) y Mundial (en Argentina) de 2001?
Del propio trabajo de Roffé se pueden extraer las respuestas:
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En el '97 sólo uno de los 20 futbolistas que viajaron al Mundial, había debutado en primera. Tres años después, el entrenador visualiza que algo se estaba acelerando peligrosamente y así fue: de los 20 elegidos para el Mundial 2001, solo un futbolista no había debutado en primera (sin contar los arqueros). Allí algo se había invertido en muy poco tiempo. Muchos futbolistas llegaban a primera sin estar preparados y maduros (producto de la gran exportación de futbolistas).
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Ya se había incorporado hacía un año una Trabajadora Social y la demanda del rol del especialista en psicología deportiva se formalizaba cada vez más, a partir de algunos casos puntuales. Este grupo de trabajo posee una gran auto-critica. Siempre quiere mejorar.
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La experiencia en el Sudamericano de Mar del Plata '99 no había sido buena. Si bien se logró el primer lugar, quedó en el cuerpo técnico la sensación de que ser locales ejerció una presión sobre algunos futbolistas que no rindieron acorde a lo esperable.
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La experiencia del Pre-Olimpico sub-23, en Brasil con el llamado por la prensa "DREAM TEAM" no logró su meta. Estaban muchos campeones del mundo de Malasia 97 como Aimar, Saviola, Riquelme, Romeo, Cambiasso y se agregaban otros como Milito. En el último minuto Chile lo eliminó y el equipo de los sueños no participó en los Juegos Olímpicos.
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El favoritismo estaba instalado: el mundial se hacía en la Argentina como reconocimiento al trabajo de José Pekerman y su grupo de colaboradores. Y a los logros obtenidos en tan poco tiempo. No cualquiera es candidato. Hay que tener con que soportarlo (recordar Argentina y Francia en el Mundial de mayores 2002). A esto había que sumarle la presión social y el exitismo exacerbado que tiene este país, instalado en el público y fomentado por la prensa especializada.
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Se sabía que en el estadio de Vélez, todos los partidos iba a haber de 40 a 50 mil personas alentando y/o insultando, según el desarrollo y las circunstancias del juego. La meta era controlar esa presión y aislarse del entorno. En algunos casos lo definimos así: transformar la presión en motivación. Sencillamente. Así lo recalcó el arquero Lux en pleno torneo "la gente no nos presiona, solo juega a nuestro favor".
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Hacía un mes había fallecido una gran promesa del fútbol argentino. Se llamaba Mirko Saric. A los 22 años se suicidó. Ya había jugado 40 partidos en la primera de San Lorenzo. Estaba tasado en muchos millones. Y había tenido un paso en algún momento en alguna selección juvenil formativa. Si bien luego se supo que era un paciente psiquiátrico, su decisión fatal en medio de una lesión grave, conmocionó al ambiente del Fútbol Argentino y dejó la sensación que se pudo haber prevenido.
El trabajo del psicólogo fue muy metódico y, como veremos, dará sus frutos al momento de la competencia. A modo de resumen, se puede tener en cuenta que:
Se realizó una evaluación general de cada futbolista: motivación, planteamiento de metas, ansiedad, ansiedad competitiva, concentración, concentración bajo presión, temores, miedos, presiones internas, presiones externas, auto-confianza, toma de decisiones, reacción frente a la adversidad, tolerancia a la frustración, auto-concepto, tasa de agresión y de fastidio, adaptación al grupo, lugar en el grupo, vínculos interpersonales, vínculo con el entrenador, vínculo con el cuerpo técnico y médico, indicadores de tensión, etc. con el fin de obtener un completo estudio del perfil psicológico del futbolista.
Observación en competencia, según metas conjuntas con el entrenador, con quien tenía largas charlas para captar claramente que era lo que quería, cuál era su idea y poder complementarlo.
Y el ser uno más del cuerpo técnico en comidas, viajes, etc. (y pasar desapercibido), pero ser diferente a la hora de la confidencialidad del futbolista. El futbolista pone a prueba el secreto profesional en distintas situaciones, antes de "entregarse" definitivamente. No podemos ni debemos traicionar su confianza ni la del Entrenador que nos contrata. Funcionamos como ayudantes, complemento y auxiliares de ambas partes. Sin contarles "todo" a ninguna de las dos partes. Ese es el arte.
Los objetivos de la preparación psicológica eran muchos. Destaquemos los principales:
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Responder a la demanda inicial del entrenador: que los futbolistas estén bien entrenados para "rendir" y dar lo mejor de si "bajo presión".
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Entrenar la concentración.
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Enseñarles a mejorar las habilidades psicológicas: por ejemplo la habilidad para "controlar las presiones"
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Que no les "pesara la camiseta de la Selección"
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Que acuñaran el concepto de "que uno en la Selección nunca está del todo adentro ni del todo afuera" y de lo que significa jugar un Mundial con esta camiseta.
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Que tuvieran estrategias y recursos de "afrontamiento" frente a situaciones de estrés en competencia.
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Que privilegiaran el NOSOTROS por sobre el yo.
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Que comprendieran el rol táctico que les pedía el entrenador.
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Que estuvieran entrenados en la toma de decisiones.
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Que descansaran bien la noche anterior al partido.
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Que tuvieran claras las metas individuales y grupales.
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Que integrantes del cuerpo técnico y médico encontrarán con quien asesorarse sobre determinados temas
Y durante los dos torneos se realizaban carteles personales de fortalecimiento de este trabajo de metas. Se les colocaba en lugares privados donde pudieran verlas cada día.
Se les transmitía mediante videos, palabras e invitados, la importancia de estar en la selección, la vidriera que es, la historia de esa camiseta, los amigos verdaderos que se consiguen, el ser locales y disfrutar esa experiencia que se da una sola vez en la vida.
¿CUÁNTOS MUNDIALES SUB-20 PENSAS JUGAR? Rezaban los carteles en los pasillos de la concentración. Y otros decían "DISFRUTALO, CADA MOMENTO DENTRO Y FUERA DE LA CANCHA".
En lo grupal, les eran recordadas por el entrenador una vez consensuadas. Luego escritas por cada uno (al igual que en el plano individual) y luego reforzadas en la concentración.
La sala de juegos y el comedor eran un reflejo de cómo se iban consiguiendo las metas y cual venía luego. Fundamentalmente en ambos casos, las metas eran de desempeño y no de resultado.
El Sudamericano Sub 20 (Ecuador 2001) fue prácticamente anecdótico para el equipo de Pekerman. De hecho, no todos los que lo jugaron fueron después al Mundial. Como Argentina ya estaba en el Mundial por ser el país organizador, Pekerman armó un equipo más “aguerrido” para jugar en la altura y hacer el mejor papel posible. Se logró un buen Segundo Puesto.
Argentina llegaba una vez más al Mundial como gran candidato. Los nombres metían miedo: Wilfredo Caballero en el arco; Nicolás Burdisso, Fabricio Coloccini, Mauro Cetto en la defensa, Leandro Romagnoli, Maxi Rodriguez, Leonardo Ponzio y Andrés D’Alesandro en el mediocampo y arriba, Javier Saviola, Mauro Rosales y el “Chori” Domínguez.
El equipo Campeón del Mundo en 2001. Probablemente el más contundente de la era Pekerman. Goleada 7-1 a Egipto.
Argentina integró el Grupo A con Egipto, Finlandia y Jamaica.
En el debut, fue una tranquila victoria 2-0 ante Finlandia (Maxi Rodríguez y Andrés D’Alessandro)
En el segundo partido, aparecieron los fantasmas del año anterior, ya que a los 5’ de juego, Egipto se ponía en ventaja. Pero solo aparecieron durante minutos… segundos tal vez… A los 20’ Argentina ganaba 3-1… 4-1 al terminar la primera etapa... 7-1 al finalizar el encuentro (Saviola x 3, Coloccini, Romagnoli, Rodríguez, Amin -ec-)
En el tercer encuentro, otra goleada: 5-1 a Jamaica (Saviola x 2, Esteban Herrera x 2 y Coloccini)
Obviamente, con estos marcadores, Argentina lideró el Grupo A con puntaje ideal, 14 goles a favor y 2 en contra. Egipto lo acompañó a la segunda ronda, siendo una de las revelaciones del certamen (terminó 3ro)
En 8vos, China fue un rival duro, pero fue derrotado 2-1 (Rodríguez, Domínguez)
4tos. 3 goles del intratable Javier Saviola para dejar atrás a Francia por 3-1, pero la mala noticia de la fractura de tibia de Alejandro Domínguez.
Semis. Otro trámite. 5-0 a Paraguay. (Saviola x 2, Romagnoli, D’Alessandro, Herrera), pero el capitán y baluarte de la defensa, Fabricio Coloccini, se quedaba afuera de la final por acumulación de amarillas.
Y la final ante Ghana. Con lo difíciles que suelen ser los equipos africanos en las categorías juveniles (con ese famoso mito de que los jugadores no tienen realmente la edad que su documento acusa). La cosa es que el equipo ghanés era el rival a vencer, y llegaba con nombres importantes, como Michael Essien, Sulley Muntari, y Derek Boateng.
Ese día Pekerman puso en cancha a: Caballero; Burdisso, Arca, Cetto, Colotto; Maxi Rodriguez, Nico Medina, Ponzio, Romagnoli; Saviola y D’Alessandro.
Como si fuera un partido más, a los 14’ Argentina ya se imponía 2-0 con goles de Saviola y Colotto. Luego fue un monólogo de los pibes de Pekerman, que controlaron un encuentro sin sobresaltos. A los 28’ de la segunda etapa, Maxi Rodríguez selló el 3-0 definitivo.
Y así terminaba la era Pekerman en juveniles. Gloriosa como había empezado. Con un fútbol que le llegó a la gente, que la emocionó. Que supo reinventarse a si misma cuando las cosas no salieron como se esperaba. Luego de haber ganado nada menos que tres Mundiales y dos Sudamericanos Sub 20. Pero, tan o más importante que los títulos, son los Premios al Juego Limpio, obtentidos en los Mundiales Sub 20 de 1997 y 2001 y en el Sudamericano de 1999. porque Pekerman había llegado para eso, para dejar atras esa espantosa imagen de Portugal '91. Diez años despues se puede decir que cumplió...
Así terminaba… no del todo... José sería a partir de ese momento el Coordinador de los Seleccionados Nacionales. Su obra será continuada por su equipo, encabezado con quien fue su mano derecha estos 6 años: Hugo Tocalli… quedan vueltas por dar todavía...